lunes, 8 de agosto de 2005

metallica, is the best


La espera alrededor del lanzamiento del quinto álbum de Metallica en 1991 estaba llegando a niveles religiosos. Tres largos años habían pasado desde el cuarto álbum, más del doble de tiempo que pasó cualquiera de los previos lanzamientos. En ese tiempo, los reconocidos dioses del rock tocaron por todo el mundo, ganando dos Grammys , todo con una determinación casi napoleonica. Habían triunfado en la formación de los evangelios del rock y habían cementado una fanaticada casi religiosa por todo el mundo, ellos iban a ser lo equivalente para los "headbangers" a la vuelta de Cristo. Y luego salió "The Black Album" o "El Disco Negro". Por más que haya salido directamente al primer puesto de los rankings, Metallica, como el álbum de tapa monocromática era llamado oficialmente, era notablemente más lento y melódico que sus álbumes previos. Llantos de su ida para el lado comercial resonaban desde los templos de sus seguidores. "Esto no es nuestra Metallica", decían los fieles. Y tenían razón. Sólo tres de las piezas pasaban los 150 golpes por minuto. Y encima el álbum tenia lo equivalente al sacrilegio del metal rápido: una balada acústica. Igualmente, el álbum era bien heavy. Ya no era su Metallica, ahora era la Metallica del mundo.
Gradualmente recuperándose del shock inicial, los viejos fieles escucharon otra vez lo hecho por Metallica y finalmente declararon,: "He aquí, esto es bueno!" Cinco años después, Metallica se cortó el pelo. Esa es otra historia. El génesis de la banda pasó en Newport Beach, California en 1981 cuando Lars Ulrich, un aspirante tenista nacido en Dinamarca que también tocaba la batería, le fue presentado a James Hetfield, un experimentado veterano de las bandas de casa. Los apenas veinti-picos formaron una amistad musical que era el total opuesto a lo que se estaba escuchando hasta entonces y ensuciando la onda de Los Angeles. Cuando Lars ganó su lugar en la compilación "Metal Massacre", el y James convencieron al guitarrista Dave Mustaine y al bajista Ron McGovney para hacer pequeñas presentaciones en el área de Los Angeles y de la bahía. También comenzaron a formar "No Life 'Til Leather", la base del primer álbum de Metallica. La voz cruda de Hetfield describía la mugre y violencia (verdadera o imaginaria en ese momento) de la vida del viajante. El tono de su voz era complementado por un agresivo ritmo y comienzos escalofriantes. Los primeras piezas eran rápidas, ruidosas y sin pretenciones. Hasta entonces, Metallica no estaban tratando de inventar nuevamente la rueda, simplemente estaban usándola para pisar a todo que se le eche adelante. En el próximo año y medio, James y Lars hicieron cambios que determinarían el destino de Metallica. En San Francisco, cortejaron al bajista Cliff Burton, un hombre de varios anacronismos, de los cuales la fascinación por la moda oxford no era la más pequeña. Pero una ideología más importante de Cliff era su inclinación clásica para tocar el bajo, lo cual le daba más profundidad a las metálicas composiciones de la banda. La banda se mudo para San Francisco después de un pedido de Cliff, pero poco después cargaron un camión y se fueron para la costa este de los Estados Unidos en busca de un contrato discográfico. Metallica después también se libró de Dave Mustaine por diferencias profesionales. (Mustaine luego se unió a los también padres del thrash, Megadeath.) Pronto reclutaron a Kirk Hammett, antes de Exodus, y también previamente una reserva de Metallica cuando estaban en California. Un mes después, firmaron con la discográfica Megaforce de New Jersey y comenzaron a grabar su primer álbum.

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