viernes, 21 de octubre de 2005

Himno a la belleza

¿Bajas del hondo cielo o emerges del abismo,
Belleza? Tu mirada infernal y divina
confusamente vierte crimen y beneficio,
por lo que se podría el vino compararte.

Albergas en tus ojos el poniente y la aurora,
cual tarde huracanada exhalas tu perfume;
son un filtro tus besos y un ánfora tu boca
Que hacen cobarde al heroe y al niño valeroso

¿Del negro abismo emerges o bajas de los astros?
como un perro, el destino sigue siego su falda,
al azar vas sembrando el luto y la alegria
y todo lo gabiernas sin responder de nada.

caminas sobre muertos, belleza, y de ellos ries;
El horror, de tus joyas no es la menos hermosa
y el crimen, entre todas tus costosas preseas
danza amorosamente sobre el vientre triunfal.

la aturdida falena vuela hasta ti, candela
crepita, estalla y grita: ¡bendigamos la llama!
El amante, jadeando sobre su bella amada
semeja un moribundo que su tumba acaricia.

Que tu llegues del cielo o el infierno ¿que importa?
belleza, inmenso monstruo, pavoroso e ingenuo,
si tu mirar, tu risa, tu pie, me abren las puertas
de un infinito que amo y nunca conocí.

Satánica o divina, ¿que importa? Ángel, sirena,
¿que importa? si tú vuelves-hada de ojos de raso,
respalndor, ritmo, aroma, ¡oh mi señora única
menos odioso el mundo, mas ligero el instante.

No hay comentarios.: