martes, 13 de diciembre de 2005

"¿habra descanso para un pobre infeliz como yo?"

Mi alma retiñe abatida
resuena con llanto lejano.
Sonido bañado en tragedia
laúd con sangre en sus cuerdas.
Torva mirada del destino
que injusto decide crueldad.
Hórrido es el camino mío
ominoso y lleno de verdad.
Árbol seco es la esperanza
Halo de luz por el dolor extinto.
Cuerpo vetusto, años de carga
tanto castigo y sueños perdidos.
La causa tres veces negada
resuelta se vuelve contra mí.
La poesía se percibe lejana
La frialdad es digno porvenir.
La fama es tormenta de fuego
Noches de juegos y mala racha.
Olor a tumba, futuro gélido
¡Maldito sino! Aquí me tienes
muerto en la simbólica acera
a las puertas de una taberna.

Poe

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