viernes, 9 de diciembre de 2005

Los signos de la Gehena

¡Quieto! ¡Escucha el llanto del cuervo!
Y la quietud del viento,
abrasadora, se alza sobre las calles.
Las altas torres esconden
La oscuridad del día.

Cuando se hagan realidad los sueños de Lasombra,
El día en que la luna se deslice como sangre
Y el sol se alce negro en el cielo;
Éste, sin duda, será el día de los Condenados,
Cuando se alzarán todos los hijos de Caín.

Y el mundo quedará frío,
Y el suelo escupirá, hirviente, mugrientos entes;
Grandes tormentas caerán, fuegos encenderá el rayo;
Cubrirá a los animales una pléyade de úlceras;
Sus cuerpos caerán, quebrados.

Entonces, nuestros Abuelos se alzarán
de la tierra.
Romperán ellos su ayuno
Con la prima parte de nosotros.
Nos consumirán por completo.

Será en el segundo día cuando volverá Caín,
Llamando a sus Chiquillos para encontrarse en el lugar acordado,
En la Primera Ciudad. Y los llamará por señas
Desde su trono de basalto.

Y Caín dirá en voz alta los nombres de quienes debe destruir,
pues grandes son los crímenes cometidos.
Y, a quienes consumieron la sangre del corazón de sus sires,
se llevará frente al Trono Negro,
Y beberán la sangre de Caín
Y la sangre de Caín devorará su sangre.
Traerán a la misma Madre Oscura, y allí,
En el valle de Enoch,
Habrá una batalla,
Un duelo del Padre Oscuro contra la Madre Oscura.
La Reina-Demonio morderá,
Y el Rey Condenado aún más.
No sabemos qué pasará,
Pero el cielo llorará, y la tierra bajo dél,
Y las fuerzas infernales correrán a raudales,
Liberados de la tierra.

Y en el día tercero el silencio reinará;
Cuervos comerán carroña;
Las plagas danzarán en medio de las ruinas;
Y los últimos Seres Salvajes dejarán este lugar;
Las últimas de las Bestias de la Luna lucharán,
Y caerán; y un imperio de sangre harán para sí
Los Antediluvianos.
Con espolones de acero sus tierras regirán,
Arrancarán corazones de lo que aún viva,
Y todo lo que sobreviva vendrá y vivirá
En la Última Ciudad, llamada Gehenna.
Se instaurará un reino de un millar de años.
Y no habrá ni amor, ni vida, ni compasión.
Los poderosos, serán esclavos;
Los virtuosos, tontos serán.
Todos los dones buenos corrompidos serán
Por quien cuyo poder venga de los infernales
Reinos, será el Padre de toda Oscuridad.

Cuando las nieves consuman toda extensión de tierra,
Cuando el sol palidezca como una vela en el viento,
Entonces, y sólo entonces, una mujer nacerá,
La última hija de Eva,
Y en ella se decidirá el destino de todos.

Pero no conoceréis a esta mujer, excepto
Por la marca en su cuerpo, la marca de la Luna;
Su rostro verá el dolor, el odio y la traición,
Pero en ella reside la última esperanza.

Y podréis reconocer
Estos tiempos por el tiempo
Que rija la Sangre Débil,
Incapaz de Engendrar;
Y los conoceréis
Por aquellos Sin-Clan,
Quienes vendrán a regir;
Y los conoceréis
por los seres Salvajes,
Que caza nos darán hasta en la mayor ciudad;
Y los conoceréis al despertar los Antiguos,
Al alzarse la Bruja y consumir a todos;
Y los conoceréis, pues una mano negra
Alto se levantará, y estrangulará
A quien se le oponga,
Y aquellos que ingieren la sangre del corazón
Se volverán prósperos,
Y todos los Vástagos con los suyos se unirán,
Y la Sangre será rara, como los diamantes.

Recordad estas señales,
¡Acercándose están!
La Gehenna será
Sobre la faz de la Tierra.

Recordad la sombra que vuela,
Recordad el dragón que se alza,
Recordad la oscuridad
Que lenta se desliza,
Recordad la sombra de luna,
Recordad el ángel que muere,
Recordad la virgen que llora,
Recordad los nuevos chiquillos,
Recordad los Sin-Clan que corren.

Entonces habrá un tiempo,
Cuando el Sire expulse al Chiquillo,
Cuando abandone al Chiquillo
A la merced del sol;
Y no habrá perdón
Para aquellos Sin-Clan,
Mestizos aunque encuentren
Sus Sires olvidados;
Sobre los odiosos Sires
Caerá la maldición
De Uriel, la maldición
Que proviene de Caín,
Pues será la maldición
De los cazadores cazados.

Aquellos de entre los Sin-Clan no tendrán
senda a seguir,
Ni familia que nombrar,
Ni generación que proteger,
Ni tradiciones que cumplir,
Ni costumbres que dar,
Ni hospitalidad que ofrecer
¿Por qué creáis estos huérfanos?
¿Por qué los dejáis en la calle?
Ellos son la oscura semilla de nuestra perdición,
Ellos se unirán con aquellos que nos odian,
Ellos seguirán los pasos del Chiquillo de Brujah,
Ellos harán que la sangre rauda y roja se deslice,
Ellos occirán los muertos,
Ellos comerán nuestra especie,
Ellos golpearán y gritarán a nuestras puertas,
Ellos llorarán alto pidiéndonos justicia.
Sin-Clan, todos, destruirán nuestros muros.
Sin-Clan, todos, conocerán caminos secretos.
Sin-Clan, todos, son el sucio logro de Lilith.
Sin-Clan, todos, justo han Despertado.
Sin-Clan, todos, ni familia, ni símbolo,
Ni lealtad ni antiguo.

Cuidaos de quienes andan sin un Clan que los proteja,
Pues serán nuestra perdición.
¡Pobres! Adoptad los huérfanos siempre que podáis
hacerlo,
Pero vigiladlos bien, ya que en su interior germina la semilla
De la maldad de su Sire.

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